NOTICIAS DEL ARTE Y EL ENTRETENIMIENTO CATÓLICO

Conocé a María Claudia Polo, finalista de ENVIADOS

Con más de dos meses de programa, el reality Enviados producido por Aguas Claras Misión está llegando al final de su primera temporada. Nuevas voces hispanoparlantes de todas partes del mundo se suman a los artistas que con su música quieren servir a Dios y construir Su Reino en la Tierra. Es el caso de María Claudia Polo.

María Claudia tiene 20 años, vive en Quito, Ecuador, junto con su familia compuesta por sus papás, su abuela y su perra. Es la participante más joven de Enviados, y sin embargo su trayectoria musical data de muchos años. María Claudia estudia ciencias de la educación y dos subespecializaciones, una en música y otra en psicología. Es misionera de Lazos de Amor Mariano y siempre, desde muy pequeña, le gustó cantar.

Vida y trayectoria musical

Como muchos artistas, Claudia creció con la música. Sus papás siempre le cantaban y su tío, que tocaba el piano, fue quien la motivó a estudiar este instrumento. Por este motivo, Claudia comenzó, desde muy pequeña, a asistir a campamentos de verano con el conservatorio de su ciudad. Dos años más tarde, empezó su educación formal en el conservatorio a la par del colegio. Estudió cinco años de piano, solfeo y coro.

Además, en el colegio formó con sus compañeros y amigos, una banda llamada Evolution, con la que cantaba covers. Este proyecto la llevó a tocar en uno de los teatros más importantes de Quito, grabar un sencillo y participar del concurso Suena pichincha en el que llegaron a la final.

Además del canto y del piano, Claudia toca la guitarra. Como muchos, nunca tomó clases formales. “Yo digo que Dios fue el que me enseñó a tocar la guitarra, la verdad, porque yo nunca tuve así clases formales, sino que aprendí ahí en la misión”, explica. Su ingreso a la misión cuando tenía 12 años marcó también sus comienzos en el servicio a Dios a través de la música.

A partir de experiencias sirviendo en retiros y otros eventos, María Claudia experimentó su anhelo de servir ella también, al Señor, desde este don. “Yo creo que la música es algo que llega al corazón y llega al alma, es algo que va mucho más allá de lo que las palabras puedan llegar”, cuenta, “y yo he visto cómo la gente sana, cómo la gente libera, cómo la gente se transforma por medio de la música”.

Participación en Enviados

“Cuando vi que había más de mil cuatrocientas personas dije, o sea, esto va a pasar solamente si es que Dios lo quiere así”. Y se nota que Dios así lo quiso, pues María Claudia quedó seleccionada para la comunidad de los doce Enviados y llegado el momento, sabremos cuál será la misión que le tocará llevar a cabo.

Mientras tanto, ella está muy contenta con su experiencia en el reality y con la formación que está recibiendo. Gracias a Jon Carlo, líder de su fraternidad, descubrió su estilo como artista, y Azeneth le enseñó también muchas técnicas que ella desconocía. “Me siento totalmente privilegiada de poder tener todos estos tips”, manifiesta.

Además, las clases con Juan Delgado despertaron un lado algo desconocido para Claudia, que tiene que ver con la técnica de composición y producción musical, y que la ayuda a profesionalizar cada vez más este aspecto de su vocación: “siento que estoy enriqueciéndome todos los días, cada cosita que nos da, todo intento investigarlo, intento ver cómo funcionan las consolas, intento ver cómo hacer para grabarme mejor, todo está siendo un aprendizaje para mí la verdad”.

Con una marcada vocación por la enseñanza, María Claudia comenzó a preguntarse también acerca de la posibilidad de ser cantautora de música católica, sin descuidar su anhelo de enseñar. Una lección de Azeneth le quedó grabada: “Dios nos ha encomendado algo muy importante que no es que lo podemos dejar así nomás, sino que Dios te ha dado a tí como músico, y es tu responsabilidad y tu deber cultivarlo para que sea un puente de salvación para las almas”.

Sus referentes en la música católica son Celinés y Jon Carlo. Además, se define como amante de todo tipo de música, desde el rock, la música latina y el pop, hasta la música clásica. Hace un tiempo comenzó una cuenta en las redes que consistía en cantar covers dedicados especialmente a personas que el público le solicitaba.

Como integrante de la fraternidad de Jon Carlo, en su primera presentación cantó La fe de María, de Son By Four.

Un mensaje muy importante

Todos tenemos miedo”, expresa Claudia, refiriéndose a aquellos jóvenes que quieren seguir a Cristo y ser sus instrumentos con los dones que Él les regaló, “yo también tengo miedo, pero el miedo es lo contrario al amor y si uno ama tanto a Dios, y uno está con Dios, y uno tiene esa luz, como dice la biblia, no la guarda debajo de la cama. Más bien la saca para que pueda resplandecer”.

Así, la artista anima a todos aquellos cristianos a que se atrevan, pues “Dios no pone anhelos irrealizables en nuestro corazón”.

Déjanos tu comentario