La reliquia pasada por la luz de la ciencia revela asombrosas características y un impacto poco conocido sobre el arte religioso.
El experto español Jorge Manuel Rodríguez Almenar arroja luz sobre uno de los objetos que más directamente nos pueden conectar desde el punto de vista material con el Jesús de carne y hueso que pisó la Tierra. Es un tema fascinante y la Sábana Santa o “Síndome de Turín” ha quedado envuelta en una serie de versiones, opiniones y confusiones que han llevado a quitarle relevancia histórica.
Sin embargo, retomando las distintas etapas e investigaciones científicas que se fueron sucediendo, el profesor en Derecho y presidente del Centro Español de Sindonología se dedica a analizar y a difundir uno por uno los elementos de esta tela de lino, una tela para reyes que no podría haber sido utilizada para otros crucificados y que coincide con los relatos de los evangélicos de la Pasión y el contexto histórico y cultural judeo-romano:
“No existió otra persona flagelada, crucificada, coronada de espinas y, además, enterrada con una tela buenísima. Solo se corresponde al caso de Jesús”, afirma el experto.

Sobre cómo se formó la imagen, los estudios exhaustivos realizados en Los Alamos (donde se desarrolló la bomba nuclear) y por 33 científicos determinaron entre 1979 y 1981 que “la imagen no puede existir, porque tiene una serie de características que no se pueden reproducir ni de forma natural ni de forma artificial”. Y afirma: “Es una certeza científica que no es una pintura. Es un misterio”.
No vamos a profundizar aquí sobre los análisis realizados sobre los materiales, las contaminaciones, los dobleces y la ubicación de las heridas, que coinciden exactamente también con las del Sudario que se encuentra en Oviedo desde el siglo VIII o IX. Para ello pueden ver el video y la exposición acompañado de fotografías.
Sólo agregaremos una más de sus declaraciones contundentes: “Las circunstancias del hombre de la Sábana no se dieron en ningún otro caso. Empezando porque está coronado de espinas y nunca se coronaba a nadie de espinas. Eso se le hace a Jesús, porque se ha proclamado rey. Y hay otra circunstancia que no se repetía jamás: ser flagelado y crucificado. Son dos penas diferentes, y cuando una persona era condenada a ser flagelada nunca se le crucificaba, porque los romanos tenían un principio, que se sigue aplicando, que es el de cosa juzgada”.
El medio oficial del Vaticano –VaticanNews– hace una publicación y un video acerca de la reconstrucción tridimensional del cuerpo, que está en exposición en la Galería de arte Poli, en Roma, cerca de la Basílica de San Pedro. Es asombroso el resultado: muestra un cuerpo marcado por una cantidad de heridas, flagelado y reproduciendo cada marca que se desprende de la sangre en la sábana. Es la última imagen del Cristo terrenal.
Por último, hay estudios –incluso una tesis del propio Rodríguez Almenar– sobre cómo el recorrido de ambas telas en la historia ha ido influenciando de distintas maneras la forma en que se representó a Jesús en distintas etapas del arte. Pero dejaremos que la curiosidad de cada uno los lleve a profundizar sobre ello por su propia cuenta.
La Luz, Verdad que ilumina.
También podes ver la exposición sobre el “Sudario de Oviedo” y su recorrido histórico:
“Si en el rostro en tres dimensiones del hombre de la Sábana Santa, realizado por Miñarro, colocamos el pañuelo de Oviedo podemos determinar que todas las heridas de la cabeza coinciden, en los mismos sitios, en la Sábana y el Sudario. Es imposible encontrar a dos personas que han muerto con las mismas heridas en los mismos sitios” (J.M.R.A.).
Tambiñen puedes leer:

JALA UNIVERSITY: ¡Tu oportunidad de ganar una beca en educación tecnológica!

Hakuna Eleva la Fe y la Música en Madrid y Lisboa: Un Fenómeno en Expansión

“CREANDO REDES”: Un concurso internacional que celebra la creatividad y la fe

¡Llegó el Día! Desde Argentina hasta Puerto Rico: ¡Hoy es el estreno de “Enviados Puerto Rico”!

“Sounds of Freedom”: Un urgente llamado en defensa de los niños
